28 jul 2011

Dinero y calidad de vida

He aquí lo que ocupa la mayor parte de nuestro tiempo, desde luego más que dormir, al menos para los que no tuvimos nunca más que nuestras manos y nuestra mente. Vinimos sin nada y aspiramos a dejar a nuestra reducida prole "algo", para que no las pasen tan putas mayormente. Hoy hay adjudicaciones y eso significa que esta tarde sabré cuantos kilómetros haré cada día (eso si me adjudican, que no está muy claro). La sombra de Yecla se cierne sobre mí; recuerdo que cuando los actos eran presenciales muchas veces la gente aplaudía cuando otro cogía Yecla, pues significaba que ya no la cogerían ellos.
Empieza uno a pensar cuántas revisiones le tendrá que hacer al coche, cuánto será en gasoil, si el pobre no empezará a dar problemas, que ya son casi cuatro años de hacerle largos a la región de Murcia. Un destino lejano es comer fuera en evaluaciones y claustros, coste adicional. Un destino lejano son también más horas de curro real, pues puedes añadirle a la jornada dos horas más cada día; es perder calidad de vida.
Y ahí está el equilibrio entre dinero y calidad de vida. Si tuviera menos que pagar, podría cogerme una parcial cerca y dedicarme a estudiar las opos, pero no es el caso.
Existen millones de canciones para hablar de amores, y muy pocas que hablen de buscarse la vida. No lo entiendo; desde que era una adolescente sólo he tenido tiempo de pensar en esto último.
Hay una buena canción de Revolver sobre esto. Me recuerda cuando trabajaba en turno de tarde-noche, siendo mi hija aún muy pequeña. Aquí la dejo y siguo pendiente de las noticias, hoy es un día de nervios.

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