16 feb 2012

Fito; Antes de que cuente diez

Tú no vas para medicina

Sobre las bandejas corazones de cerdo. La mayoría no van a valer, no recordaron decirle al carnicero que no retirase las auriculas con todos los troncos arteriales y venosos. Un grupo de tres con uno que si vale. Lo cojo y separo los dos ventrículos; como no lo han despiezado, hay sangre coagulada dentro, que retiro para poder ver las válvulas. Una de las crias está muy callada y mira fijamente, de pronto dice que se está mareando y un minuto después que si puede salir a tomar el aire, le digo que sí, y antes de llegar a la puerta se cae desmayada. Yo me pillo un susto que no se que hacer, con el corazón en una mano y los dos guantes llenos de sangre... Joder, que situación.
Tú no vas para medicina, coleguilla.
Yo ni siquiera como carne, y no sé cuantos corazones habré abierto, es una práctica que se hace siempre. 

14 feb 2012

Extremoduro; la hoguera

Siempre perdidos buscamos y al fin
 voy por caminos que están por abrir
vada mañana comienzo a vivir.
Ponte a mi lado, no llores por mí
yo piso fuerte y en parte es por ti
cada mañana comienzo a vivir.

Y tú que estás en casa
metido en la nevera
escondes la cabeza
la muerte ronda fuera
ya estás, ya estás...
Y tú que te preocupas
por culpa del futuro
cuando ya no te quede
será cuando te enteres
que ya estás, ya estás
más que enterrado en vida.

TU EN TU CASA; NOSOTROS EN LA HOGUERA
Siempre me faltan horas de dormir
como me gusta no tener reloj
de madrugada me siento mejor.
Ya soy muy listo, me sé equivocar
cuando hablo de algo lo he probado ya
todo el día hablando, no pienso parar.
TU EN TU CASA; NOSOTROS EN LA HOGUERA.

13 feb 2012

"Pongamos que hablo de Madrid"

El calentamiento global se ha olvidado de este rincón del mundo, empieza a ser habitual en este febrero sombrío estar bajo cero. Ya no sé que ponerme, me siento engorrosa como si llevase un traje espacial y sigo temblando como una hoja. En el curro parece que estoy trabajando en la calle, jamás vi un centro tan gélido; ni en la sala de profes te puedes quitar la chupa.
Odio el invierno, adoro los veranos en Vera, sentir el calor del Sol, tomar cañas en el chiringuito pirata mientras oscurece... Si alguna vez la suerte me sonrie y me sobra el dinero, me pasaré allí la mitad del año.
Pero ahora toca frío y oscuridad; lo suavizaremos dandonos el uno al otro calor. Ahora el Sol es una estufa de butano.
Esta canción ha sido, desde siempre, una de mis favoritas.
Aunque la versión de Antonio Flores me parece mejor, el autor es Joaquín Sabina, y bien está poner su versión para comparar.

12 feb 2012

Albertucho: La carta

 
Letra de "La Carta", de Albertucho: 
 
Corazón en víspera de lo que tú quieras,
celos arraigados a mis carreteras,
miedo del acorde de lo prioritario,
tímpanos ausentes, boca de castigo y amor de calvario.
Duelo de titanes sin somier ni almohada,
el toque de queda de mis madrugadas,
toda mi cabeza, menos la que piensa,
es dueña y señora de la incontrolable que se pone tiesa.
Marquesa de Sade, pintando un futuro
de amor de entretelas, comiendo pan duro.
Toda compañía en presente y futuro,
vieja y arrugada, mirando Granada desde el Albaicín.
Todo lo que quiero lo lleva esta carta,
que mi amor demanda y está por venir.
Corazón en víspera de lo que tú quieras,
quítame dos tonos, dame primavera.
Fuente: musica.com
Letra añadida por Beaa                  

He ido a un viaje con los críos, a Granada, en plan guia turístico. Fuimos andando desde la Alhambra hasta el Albaicín, nos hartamos de cañas en San Nicolas. Me he reido mucho con los dos compañeros, a quienes antes apenas conocía. Me he divertido muchísimo. A las dos de la mañana estabamos los tres haciendo guardia en un pasillo de hotel para impedir que los críos se cambiaran de habitación...En el aseo de una con cuatro chicas había cuatro chicos escondidos. A mí lo de escandalizarme se me da muy mal, no puedo evitar reirme. Yo terminé por decirle al compañero que a lo mejor debiamos repartir condones e irnos a dormir, que no se le pueden poner puertas al campo. Aquello era como el juego de tiro al plato; se habría una puerta, pa allá a cerrarla, se habría otra...Estaban desesperados los crios, con 15 años son hormonas con ojos y patas.
En la última parada, a la vuelta, estabamos los dos compañeros, el conductor y yo contando chistes en la barra mientras los niños se comían un bocata y tomaban un refresco.

1 feb 2012

Racismo

Esta mañana ha sucedido en clase algo que me ha impresionado y dolido. Estabamos en tutoría y los crios me pregunta por qué un alumno absentista había recibido los libros gratis y la mayoría de ellos no, es un búlgaro que no ha venido a clase nunca. Les explico que cuando un menor no se matricula se le matricula de oficio, y la trabajadora social tramita esas ayudas. Bueno, ha sido como si hubiese estrellado en la pared un bial de nitroglicerina. Han empezado a gritar todos que los extranjeros debería quedarse en su tierra y cosas menos suaves, y resulta que tengo una niña maroquí en clase, que se ha puesto a llorar.
No ha hecho falta gritarles, no ha hecho falta amenazar con amonestaciones, les ha bastado verme la cara. El que empezó le pidió perdón, una niña que trata poco con ella se ha puesto de su lado, todos agacharon las orejas... Qué puta mierda es esto? Qué les estamos metiendo en las cabezas a estos crios?
La gente no tiene trabajo, del boom de la construcción sólo nos quedan deudas que no podemos pagar, y cinco millones de personas extranjeras en un país con cinco millones de parados. La lógica es aplastante, si no hay curro ¿Que hacen aquí? Pero una cria de catorce años no tiene la culpa ni de estar aquí, ni de la especulación inmoviliaria ni de absolutamente nada. Ella está donde la han llevado, como el resto, y no decide si se queda o se va.
No lo puedo soportar, me puede esa valentía que se saca de saberse respaldado por la mayoría, me jode profundamente la crueldad gratuita. Yo sé que el chaval que ha empezado se ha arrepentido, le voy conociendo y tiene buen fondo, pero las cosas que oyen en casa se les graban, y salen a la luz de golpe cuando menos te lo esperas. Cuando hablamos delante de nuestros hijos tenemos que medir las palabras, para ellos no hay matices, es blanco o negro, y si les inculcamos racismo lo llevarán al extremo.