Esta noche no es...
Cada uno somos, en cada momento, el producto de lo vivido. Tendemos a olvidar lo que fuimos, sin darnos cuenta de que lo seguimos siendo, todo se queda.
La primera vez que yo escuché esta canción era una cría que estaba muy sola, pero una luchadora que jamás se rindió. Muchos de los que fueron mis amigos hoy están muertos; la mayoría por las drogas (da igual que se suicidaran la enésima vez que iban a entrar a la cárcel, o pillaran una enfermedad incurable que marcó los años 80, o que se matasen con la moto; la causa última fueron las drogas). Yo no, yo estudié para salir de las calles y hoy sigo viva. Me he pasado la vida estudiando y trabajando, solo hace muy poco conseguí tener mi plaza y por fin tuve tiempo real de vivir.
Trabajando y estudiando me perdí la infancia y la adolescencia de mi hija, eso es lo que más lamento. Todo lo hice porque ella no pasara lo que había pasado yo... Y se fue de casa con 19 años a repetir mi historia, ojalá ella también resulte ser una luchadora.
Anoche salí a la calle a espantar a mis demonios, a celebrar mi fracaso y brindar por los sueños rotos, y en un garito, muy parecido a los que me pateaba cuando era esa cría, pedí esta canción como la pedí mil veces en mis antros de Granada hace ya tantos años, y me sentí igual. Entonces también había gente que decía que yo no era capaz de hacer nada bien, y yo nunca creí a quienes solo querían verme caer; ahora tampoco. Pesan los años, más aún los sueños rotos, pero sigo siendo una luchadora.