A mi de quién llama arte a una carnicería espeluznante ya no me sorprende nada, e indignada con esta tradición ya estaba de antes. Aquí ha sido tradición hasta tirar cabras vivas desde un campanario, estamos ya curados de espanto. Doy gracias de que no hayamos conservado la tradición de ver pelear a gente hasta la muerte o soltarles leones y tigres para que se los coman como celebración cultural.
Bueno, a lo que iba, resulta que van a investigar y perseguir lo que se publique y no sean alabanzas contra el tio que ha matado el pobre toro, y me pregunto si también se va a perseguir amenazas como estas:
Una última reflexión. Los defensores de la tortura a los toros dicen que no es tortura, que es un uno contra uno, entonces; si el toro mata al torero, ha ganado ¿No deberían curar sus heridas y devolverlo a la dehesa?. Lo que ocurre con las cosas irracionales es que ni dentro de sus propias justificaciones son coherentes.
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