Hoy estaba en clase con un primero y han entrado el secretario y el jefe de departamento a estudiar dónde va a ir la pizarra digital. Nos hemos quedado los tres mirando a la actual pizarra y comentando dónde se pondrá la nueva, y de pronto todos los chavales han empezado a reirse; no sabiamos a qué venía hasta que un alumno le ha dicho a la chica que estaba justo detrás del secretario "¿Qué estabas mirando?" y otras vez todos a descojonarse. Estaba mirando el culo del buen señor. Bueno, se van el secre y el jefe y veo que esta la chica haciendo un gesto con las manos, de forma que si hubiese seguido el secretario donde estaba le habría estado tocando el culo. Me empecé a reir, y después todos conmigo descojonándose, hasta la niña en cuestión, y va y dice "Es que tiene un buen culo". Si ves a la niña, de estas rubitas con cara angelical, y el ademán que estaba haciendo, es que al contraste te tienes que reir por fuerza. Hormonas con patas son.
A todo esto, el tio debe ser algunos años mayor que yo; no es el típico que las niñas andan suspirando cuando pasa... Aunque fijándote es verdad, tiene un buen culo.
Hacía tiempo que no me reia tanto. Muchas veces me ha pasado que, cuando debía ponerme seria, me daba por reir y a la mierda la disciplina. No lo puedo evitar. ¿Cómo le voy a dar un discurso moralista a la niña por eso? Además, el secretario también se ha hartado de reir, aunque intentaba no hacerlo. El único que ha puesto cara rara ha sido el jefe de departamento, que me da que no se coscaba de nada.
En fin, hemos seguido leyendo y en pocos minutos estaban todos en lo que debían de estar, y un poco más relajados; reirse, si no daña a nadie, siempre hace bien y alivia las tensiones y el peso de la rutina. Deberiamos reirnos más. Lo que más hecho de menos de las amigas que dejé atrás es aquello de cuando ves al típico tio que tienes controlado, que sabes cuando entra y cuando sale, todas pendientes, y de pronto dice una "Qué polvo tiene", y dice otra "A ese le hacía yo un favor", y cosas por el estilo, y te ries y comentas. Y te diviertes entretenida en tonterias. Lo mejor que tiene un tio que esté de verdad bueno es poder comentarlo con alguien... Bueno, lo mejor que tiene es que te pone con mirarte, pero eso se da por sabido.
Para saber si alguien de verdad aporta algo a tu vida, basta con pensar en él; si te saca una sonrisa su recuerdo, entonces merece la pena; si no, mejor que esté lejos. Para saber si quieres a alguien sólo piensa en si te has fijado en otros desde que te fijaste en él; si la respuesta es no, mala suerte, a ese lo quieres y no puedes hacer nada para remediarlo. Sólo me ha pasado una vez, y no tuve nada con él, ni hice por tenerlo; estoy en mi época de querer ser buena y ser sensata. Quisiera volver a tener 18, para poder ser mala y no sopesar todo lo que hago. Quisiera volver a reir más a menudo, a tener ilusiones cada día al levantarme.
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