El calentamiento global se ha olvidado de este rincón del mundo, empieza a ser habitual en este febrero sombrío estar bajo cero. Ya no sé que ponerme, me siento engorrosa como si llevase un traje espacial y sigo temblando como una hoja. En el curro parece que estoy trabajando en la calle, jamás vi un centro tan gélido; ni en la sala de profes te puedes quitar la chupa.
Odio el invierno, adoro los veranos en Vera, sentir el calor del Sol, tomar cañas en el chiringuito pirata mientras oscurece... Si alguna vez la suerte me sonrie y me sobra el dinero, me pasaré allí la mitad del año.
Pero ahora toca frío y oscuridad; lo suavizaremos dandonos el uno al otro calor. Ahora el Sol es una estufa de butano.
Esta canción ha sido, desde siempre, una de mis favoritas.
Aunque la versión de Antonio Flores me parece mejor, el autor es Joaquín Sabina, y bien está poner su versión para comparar.
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