Sobre las bandejas corazones de cerdo. La mayoría no van a valer, no recordaron decirle al carnicero que no retirase las auriculas con todos los troncos arteriales y venosos. Un grupo de tres con uno que si vale. Lo cojo y separo los dos ventrículos; como no lo han despiezado, hay sangre coagulada dentro, que retiro para poder ver las válvulas. Una de las crias está muy callada y mira fijamente, de pronto dice que se está mareando y un minuto después que si puede salir a tomar el aire, le digo que sí, y antes de llegar a la puerta se cae desmayada. Yo me pillo un susto que no se que hacer, con el corazón en una mano y los dos guantes llenos de sangre... Joder, que situación.
Tú no vas para medicina, coleguilla.
Yo ni siquiera como carne, y no sé cuantos corazones habré abierto, es una práctica que se hace siempre.
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