Por fin todo se va cuadrando poco a poco, por fín la película de terror que eran mis cuentas se va disipando...Somos un poco más pobres, pero hemos salido adelante. Por fin parece que el sentido común vuelve a mi mente, y ya siento esa vida que llega con el calor y los días luminosos.
Aún no sé como haré que este verano sea de verdad un verano, tendré que recordar como lo haciamos cuando teníamos trabajos temporales y mal pagados (aquellos maravillosos contratos de obra y servicio, que debieron meterle por el culo a quien los inventó). Tal vez en septiembre, los primeros días antes de las clases, pueda escaparme a Vera a tomar fuerzas del mar...Tal vez me anime a ir a Granada, para ir desde el Zaidín al Albaicín parando de bar en bar, como otras veces hemos hecho. Las noches de Granada son diferentes a las de cualquier otro sitio, igual que las playas de Almería son diferentes.
Me tocó quedarme en Murcia, y no es mal lugar para vivir, tal vez no me he molestado lo suficiente en conocerla.
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