En
este mismo documento se detalla que la Seguridad Social ha acumulado un
gasto superior a los 40.000 millones de euros por partidas impropias en
el periodo que va desde 2002 a 2011.
Entre ellas figuran los complementos a mínimos, que solo a partir de 2013 asumirá el Estado al cien por cien. Estos complementos son unas cantidades que reciben los pensionistas que no han cotizado lo suficiente para
llegar a pensión mínima fijada para cada ejercicio y cuyo abono ha
estado a cargo de la Seguridad Social y no a cargo de los impuestos,
como desde 1995 ha venido reclamando sin éxito unas de las
recomendaciones del Pacto de Toledo. 2013 fue la fecha límite que estos
acuerdos dieron a los gobiernos para traspasar totalmente esas ayudas al
Estado y desligarla de las cotizaciones sociales. Por ejemplo, solo en 2011 estas ayudas que han estado muy ligadas a decisiones políticas, supusieron 7.500 millones.
Además
de llevar años asumiendo este gasto que no le correspondía, la
Seguridad Social también tiene sus deudores. Por ejemplo, está pendiente
de recibir recursos pendientes de pago a cuenta de los cuidadores
informales de la Ley de Dependencia. Un desembolso al que tiene que
hacer frente el Ministerio de Sanidad por importe de 1.000 millones.
A
ello se suma que la Seguridad Social actúa como caja de cobro para todo
tipo de prestaciones. Esto significa que adelanta el pago por las
prestaciones de paro, que luego paga el servicio público de empleo
estatal o del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa).
No hay comentarios:
Publicar un comentario