Es una pena que esta compañía, que les ha dado tanta alegría a nuestras
vidas, también tenga un lado oscuro. Algunos muñecos de plástico de
Disney se fabrican en Asia, en condiciones tales que uno desearía que
sólo fueran parte de una película de Disney y que pronto llegara el
final feliz. Lamentablemente la realidad es otra.
A comienzos de 2001, un grupo de consumidores
críticos de Hong Kong publicó un informe sobre los terribles abusos
registrados en las plantas chinas que fabrican los productos de la Walt
Disney Company: hasta 18 horas de trabajo por día, los 7 días de la
semana, meses y meses en forma ininterrumpida. Según los datos del
informe, la mayoría de las trabajadoras, algunas de no más de 16 años,
recibían un sueldo de entre 38 y 63 euros mensuales.
Este monto
se encuentra por debajo del salario mínimo dispuesto en la ley. En el
año 2000 habían salido a la luz irregularidades similares ocurridas en
otras cuatro plantas que proveen a Disney desde China. ¿Cómo reaccionó
la "fábrica de sueños"?: suspendió de inmediato los pedidos en tres de
las cuatro fábricas. Las operarías quedaron sin trabajo y así resultaron
doblemente perjudicadas.
También se conocieron casos
parecidos en la isla de Macao, en otras fábricas que proveen a la
compañía Disney. En octubre de 1998, los trabajadores de una planta
proveedora de Disney en Haití intentaron organizarse sindicalmente y
fueron amenazados por la fuerza por sus superiores. Al menos siete
operarios resultaron despedidos por su presunta actividad gremial.
Para mí, este sistema de explotación que no es otra cosa que esclavitud esta en el fondo del problema económico mundial; fabrican en el tercer mundo pero pretenden vender en el primero. Aquellos a quienes dan trabajo no pueden ni soñar con algo que no sea la comida diaria, y aquellos a quienes pretenden vender no tienen trabajo. Conseguir que las condiciones de trabajo sean similares en todo el mundo es la única manera de acabar con esto, pero a lo que se tiende es a imponer esclavitud en todas partes en lugar de empleos dignos; nos quieren igualar pero hacia abajo ¿Les vamos a dejar?
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