Ahora creo que todo lo malo de este invierno tan funesto no ha sido en vano, porque me ha hecho reaccionar, y al final creo que voy a conseguir cambiar mi vida a mejor. La paz no la debemos buscar en nada ni en nadie, es nuestra actitud la que nos la puede dar, y sólo si encontramos el equilibrio y nos hacemos con el control de nuestra vida podemos ser felices. Si no, da igual qué nos pase ni quien esté a nuestro lado, todo saldrá mal ni no estamos bien interiormente.
Sí, creo que me reservaré un rato todas las noches para terminar de leer mi libro.
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