Como sabréis los pocos que me leéis soy una humilde profesora interina, que de centro en centro se ha recorrido la región de Murcia (es fácil, afortunadamente es uniprovincial) y que por distintas razones se podría clasificar en varias minorías... Si sumamos todas las "minorías" resultarían ser más numerosas que esa teórica "mayoría" a la que tantos (no se me ocurre el por qué) quieren pertenecer.
En realidad una gran cantidad de cosas por las que algunos pierden el culo me parecen sin sentido. Por mencionar algo cercano, ser jefe de departamento en los institutos. Cierto que son golosas las dos horas de reducción de jornada y que te pagan un pequeño extra; prefiero dar dos horas con el 2º de ESO F (si es que en algún centro todavía hay 2º F después de meternos más de 30 alumnos por clase) y pagarle yo el extra a otro antes de meterme en ese berenjenal. Si alguna vez llego a funcionaria, ese honor, si me corresponde, lo cederé envuelto en papel de regalo y con un lazo.
Convencer a otros de que deben creer en un Dios; ese tozudo y beligerante empeño por que todos crean en lo mismo que ellos creen... El fanatismo religioso es ya epidemia. Digo yo; si tanto crees en tu Dios mejor ser el más devoto tú y los demás todos viles pecadores; así tus virtudes resaltarán más ante la divinidad a la que das tu corazón. Si existe un dios creo que valorará más la honradez y la bondad en quien no crea en él, porque no teme castigo ni espera premio. Aquí en mi Españistan la gente de derechas une dos cosas muy chocantes; son muy creyentes y defienden las corridas de toros. Señores conservadores que dicen hacer las cosas como dios manda: si vuestro dios es el creador, deberíais respetar a sus criaturas. Vosotros pensáis que todo fue hecho para serviros, pero ¿Cómo le sentaría al que os regaló todos los seres que pululan en las aguas, vuelan, caminan y rectan sobre la tierra, que destruyeseis su regalo? Si vuestro dios creó todo lo que tiene vida también dictó sus leyes, y en esa naturaleza que creéis vuestra para destruirla todos los seres vivientes matan para sobrevivir, no por capricho. Todo organismo que escapa a los controles de Gaia termina extinto, y no seremos excepción, la duda está en si esta vez la biosfera volverá a sobrevivir a esta nueva enfermedad o morirá con nosotros como un paciente de cáncer. No podemos esperar respeto al medio ambiente que nos mantiene vivos cuando somos bestias que torturan por puro placer.
Este próximo sábado volverán a salir a la calle las banderas arco iris, para decirle a todos que cada uno es libre de vivir el sexo y el amor a su manera, que entre adultos libres no hay nada inmoral. Yo deseo que llegue el momento en que no haya día del orgullo GLBT, ni de la mujer, ni de los derechos del niño; lo deseo porque deseo que no haya diferencias ni marginación ni maltrato, y esas fechas dejen de tener significado. ¿Qué le importa a nadie con quien se acueste el de al lado? ¿por qué ese empecinamiento en "curar" a nadie de ser como es? ¿La vida de la gente está tan vacía que tienen que estigmatizar a otros para sentirse un milímetro por encima de ellos?
Y por todo esto y más (que dejo para otro día, ahora vuelvo a mi tarea que estoy en pleno papeleo fin de curso) yo afirmo que el problema, sin duda, está en las cabezas.
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