Los
promotores insisten en su apuesta por la no violencia y articulan
protocolos de actuación por si se producen incidentes. Recuerdan que su
respuesta será la "resistencia pacífica". Se espera que acudan a Madrid
manifestantes de otras ciudades.
Casi todo está preparado para la convocatoria que llama a la ciudadanía a
manifestarse este martes en las inmediaciones del Congreso de los
Diputados para denunciar el "secuestro" al que actualmente está sometida
la democracia y hacer ver al Gobierno que es "el momento de irse". Las
promotoras de esta iniciativa, la coordinadora 25-S –en la que ha
confluido el 15-M– y la plataforma ¡En Pie! –con integrantes más
cercanos a partidos de izquierda como IU u organizaciones sindicales
como el SAT de Sánchez Gordillo–, que mantuvieron ciertas divergencias
en un principio, ultiman los detalles de esta cita en varias asambleas
que tendrán lugar durante esta tarde.
La derecha mediática y algunos políticos conservadores se han encargado
de calentar la convocatoria con declaraciones más o menos encendidas.
Las últimas las de la secretaria general del PP, María Dolores de
Cospedal, que ha comparado esta movilización con la intentona golpista
del 23-F. La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha
mantenido un doble juego. Por un lado, ha intentado criminalizar la
protesta asegurando que detrás de la convocatoria hay "algún grupo
cercano a la ideología nazi" o llamando "golpistas" a sus promotores.
Por otro, ha autorizado de forma parcial las movilizaciones tras la
petición que realizó un particular.
El "acoso policial" al que han sido sometidos los participantes de esta
iniciativa ha sido muy criticado por sus promotores. Al menos ocho
activistas están imputados por un presunto delito contra los altos
organismos de la nación, penado con hasta un año de cárcel, y están
llamados a declarar ante el juez Santiago Pedraz de la Audiencia
Nacional. ¿El motivo? Haber participado en asambleas preparatorias y
actos de difusión del 25-S como asistir a asambleas o portar una
pancarta invitando a la convocatoria.
Además, según informaron a Público fuentes del Sindicato Unificado de
Policía (SUP), alrededor de 1.300 policías blindarán el Congreso en un
operativo que empezará en la noche del lunes. El dispositivo tiene
previsto desplegar un total de 27 grupos de efectivos de la Unidad de
Intervención Policial (UIP), los llamados antidisturbios, compuestos por
50 agentes cada uno. Madrid aportará un total d 11, todos los que hay
disponibles en ese momento en la capital. Los otros 16 procederán de
otros puntos de España.
Se establecerán varios perímetros de seguridad rodeando el edificio del
Congreso de los Diputados por las calles adyacentes. El objetivo, según
estas mismas fuentes, es establecer hasta cuatro filtros con los que
controlar el paso de personas en las inmediaciones de la Cámara. El
primer control policial se estima que podría situarse a unos 500 metros
del Parlamento.
Lo promotores de esta jornada de protestas, a los que se ha intentado de
forma interesada vincular con grupos violentos y con la extrema
derecha, han repetido hasta la saciedad su apuesta por las vías
pacíficas. "Partimos de la base de que sólo podemos ganar esta lucha de
forma política y no de forma violenta", insisten en un texto en el que
la coordinadora ofrece algunas directrices sobre cómo participar en la
convocatoria y cómo reaccionar en el caso de que se produzcan incidentes
con la policía.
Aunque el plato fuerte está previsto para la tarde, cuando tendrán lugar
las marchas que avanzarán hacia el Congreso, también hay previstas
actividades para la mañana. Entre ellas, comidas populares y asambleas
informativas en el Paseo del Prado –a la altura de la fuente de Neptuno–
y la Plaza de España. Desde esos dos lugares discurrirán las
manifestaciones hacia la Cámara baja a partir de las 17.30 horas.
Movimiento descentralizado
Está previsto que acudan a Madrid manifestantes de otras ciudades, pero
nadie se atreve a dar una cifra aproximada. Así, están previstos viajes
colectivos desde Albacete, Barcelona, Cantabria, Granada, Málaga,
Murcia, Sevilla, Tarragona, Valencia, Valladolid o Zaragoza. La página
web Iniciativa Debate había programado el transporte concertado de más
de 700 personas en varios autobuses desde otros tantos puntos de España,
pero, según informan en un comunicado, los itinenarios se han cancelado
porque sólo el 4% de las personas apuntadas había abonado la cuota
establecida.
Pero el 25-S también tendrá réplicas en otras ciudades. Por el momento
hay previstas concentraciones en Alicante, Almería, Badajoz, Granada,
Logroño, Mallorca, Menorca, Valladolid o Zaragoza. Fuera de España,
también se preparan movilizaciones en Amsterdam, Düsseldorf o París.
¿Posible acampada?
En una de sus asambleas abiertas, los participantes del 25-S
consensuaron que, en el caso de que hiciera falta alojar a las personas
que acudan a la capital, se intentaría montar un campamento en el campus
de Ciudad Universitaria, nunca en la Puerta del Sol o en el bulevar del
Paseo del Prado, como también llegó a contemplarse. No obstante, en una
rueda de prensa, los promotores aseguraron que ellos no estaban
preparando ninguna acampada y que esta iniciativa partía de "grupos
afines".
En virtud de la autonomía universitaria, ni el Ayuntamiento de Madrid ni
la Delegación del Gobierno tienen competencias sobre el mantenimiento
del orden en ese espacio. Por lo que correspondería al rector de la
Universidad Complutense, José Carrillo, reclamar y autorizar una
hipotética presencia policial más allá del entorno del campus.
En Eco Republicano
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