
Para seguir manteniendo quieta a la mayoría de la población hay que acrecentar el miedo. Por eso no llevaban el número de placa ni lo facilitaban al solicitarseles, como dice la ley; son sus amos quienes les dicen que nos apaleen y les prometen inmunidad. Muchas personas no se arriesgarán a ser presa de la furia de semejantes animales; las imágenes de brutalidad en ellos sólo causan terror, no indignación. Si no hay valor para salir a defender lo que es justo, para estar en la calle aún sabiendo que te puede tocar a tí, entonces somos animales de corral temerosos de la vara del pastor. Y como animales de corral viviremos sólamente porque les somos necesarios.

A todos los que se quedarán en casa, recordarles las imágenes que ruedan por la red. Un chaval que sostenía a su padre herido y tendido en el suelo vuelve al dia siguiente a manifestarse; un viejo camarero se planta ante los energúmenos en la puerta de su bar para evitar que entren a linchar a los refugiados allí...Mucha gente se está jugando que lo revienten a ostias en las calles por defender lo que es de todos.
Ellos tienen más miedo que nosotros, porque somos muchos y nos están puteando por encima de sus posibilidades, y la desesperación lanza a la gente a actuar desesperadamente.
Esto puede pasar de un linchamiento impune a una guerra callejera y eso no les interesa. Es fácil dar palizas a ciudadanos pacíficos y desarmados, pero muy complicado hacer lo mismo con gente que ha echado mano del palestino y la gasolina, que se organiza, que sabe tirar la piedra y correr para seguir luchando mañana.

El 25 de septiembre, agentes infiltrados de la policia nacional (los famosos zetas) iniciaron los disturbios para justificar la carga brutal e indiscriminada cuya finalidad era dar un escarmiento, impedir que la gente pudiera manifestarse durante días colapsando Madrid y ejerciendo una verdadera presión sobre el gobierno. Las movilizaciones se convocan por la red, se les escapan, y eso les pone muy nerviosos.
Si ahora nos rendimos, estamos aceptando volver a trabajar por la comida y el techo...y eso los afortunados. Queremos el cambio pacífico, pero ya lo dice la canción de LPR. "Vosotros vereis que haceis, nosotros ya veremos".
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