‘La España que se nos va’, escribía también ayer el lector Cristal 1, que añade con sumo acierto: ¡Qué poco ha durado la España de las libertades, de la cohesión, del Estado del Bienestar y de la paz social!
El mismo día y en el mismo lugar en que se presentaban los Presupuestos Generales del Estado cobraba realidad la queja de los ciudadanos por esta claudicación del gobernar sin honor, y de extorsión de la realidad democrática. Pese a los intentos de la policía para impedir que las cámaras de tv grabasen con buen ángulo y cénit, resultó que la plaza de Neptuno más que llena estaba atiborrada, como se pudo comprobar desde la cámara improvisadamente instalada en el techo de una furgoneta.
¿Qué pensará el Gobierno de esta protesta sostenida ya varios días, qué pensarán los millones de españoles no presentes? El Gobierno no pensará nada porque nunca piensa nada que afecte al malestar de los ciudadanos y si algo pensara sería que son aleteos de mosca. El grueso de españoles, creo yo, pensarán que en el fondo estos chicos educados tienen razón porque el acoso económico al que nos somete el Gobierno es excesivo, no correcto, y evitable. Ello, sigo creyendo, tanto los que le votaron como pos supuesto los que no. El descontento nacional está generalizado, y los apoyos y argumentos del Gobierno, seguramente y sin confundir deseos y realidades, se estarán tambaleando. Ése es el primer gran triunfo de los jóvenes manifestantes, a los que el mundo político les resulta ajeno al igual que a tantos millones de españoles.
La violencia indeseada se acerca cada vez más y el día menos pensado estallará. Señalemos la causa de antemano: no se puede ignorar y despreciar sistemáticamente la reclamación social por mucha mayoría parlamentaria de la que se disponga. La humildad política debería prevalecer sobre el orgullo. Porque ¿quién tiene siempre razón, los gobiernos o los pueblos? Esta ruptura ya producida apunta a que se hará duradera, las manifestaciones continuarán, cada vez con más calvas, y España es ya un mar de letreros que gritan NO.
Asunto no menor fue la celebración de manifestaciones de apoyo en muchas ciudades de España: Sevilla, Málaga, Valencia, Oviedo, Alicante, Palma, Santander, Badajoz, Ávila, Palencia y Valladolid, en todas ellas con cientos de asistentes, frente a los Parlamentos autonómicos y Delegaciones del Gobierno. Ya no es Madrid sola. Ahora que ha rebajado sus disparatados objetivos iniciales, la protesta del Movimiento 25-S toma cuerpo nacional.
Señor Rajoy, nadie está en posesión de la verdad, y usted tampoco. Avéngase a dialogar, a negociar, a pactar, no sea soberbio, no pasa nada, eso le engrandecería, no tiene usted por qué sentirse zaherido, no se enroque en el desprecio y el silencio. No se convierta en el pirómano de España, el quebrantador, efectivamente, de la paz social. Recuerde que usted iba a darles felicidad a los españoles, y lo que les ha dado es humillación y pobreza.
Con una policía innecesariamente brutal – ¿con celo más allá de lo ordenado? -, como quedó demostrado ayer al final de la manifestación. Debería usted avergonzarse.
En Público.es
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