Rato, llamado a declarar sobre las posibles responsabilidades derivadas de la actuación de las entidades financieras y la posible vulneración de los derechos de los consumidores, ha añadido que la cotización de Bankia hasta el 7 de mayo del 2012 «era equiparable a la del resto de entidades», en un entorno de caída general.
El expresidente de Bankia está imputado en la causa que investiga la salida a Bolsa del banco nacionalizado y las condiciones en las que se produjo la fusión de las siete cajas que dieron lugar a la entidad -lideradas por Caja Madrid e incluyendo a Caixa Laietana-, y ha explicado que el procedimiento abierto por la Audiencia Nacional limita sus declaraciones. Con todo, Rodrigo Rato ha señalado que ya expuso su parecer en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados en julio del 2012. Allí reivindicó que su equipo actuó «correctamente», en colaboración y sintonía y con el control de los organismos correspondientes, atendiendo de forma estricta a la ley y sin coste alguno para el contribuyente.
Mientras esperaba su turno de comparecencia, Rato ha visitado las instalaciones del grupo parlamentario del PP catalán -fue miembro de varios gobiernos del PP- y ha hablado con su presidenta, Alicia Sánchez-Camacho, que le ha acompañado a la sala de la comisión de investigación, en la que el diputado popular José Antonio Coto le ha agradecido su asistencia.
Como ya dijo en el Congreso, Rodrigo Rato ha resumido su etapa al frente de Caja Madrid y Bankia como periodo de adelgazamiento y gestión de la burbuja inmobiliaria acumulada en años anteriores a la crisis y a su llegada a la entidad, así como de tiempo de adaptación a las mayores exigencias normativas de liquidez y capital, por lo que se impulsó la fusión y la salida a Bolsa. Como regulador, el seguimiento de la fusión por parte del Banco de España fue «muy intenso», aprobando candidatos y dando el visto bueno previo a la formalización de la operación, incluyendo la propuesta de incorporación de Bancaja, ha repasado.
Ha insistido en que las cuentas de Bankia se deterioraron por el incremento de provisiones por previsiones de pérdidas futuras, y ha defendido las capacidades del consejo de administración de su etapa, tanto en Caja Madrid como en Bankia. Rato cobró 1,4 millones de euros en su primer año al frente de Bankia, y 600.000 en el segundo como consecuencia de las limitaciones del Gobierno para la retribución de los altos cargos de entidades que habían recibido fondos públicos. Al dimitir, no recibió indemnización.
En el turno de preguntas de los diputados, el representante de ICV-EUiA Josep Vendrell ha sido de los más críticos y ha espetado a Rato: «Usted pertenece a la élite carroñera y espero que la Justicia haga su trabajo».
Pero el más contundente fue David Fernández (CUP, como Grupo Mixto), que le ha reprochado que Bankia suponga el 70 % de los desahucios realizados por entidades financieras en España, y con una de sus sandalias en la mano le ha cuestionado: «¿Usted tiene miedo a que un día la gente se harte y a quedarse sin nada? Nos vemos en el infierno, que está en la calle, porque su infierno es nuestra esperanza».
Fernández ha explicado que lanzar un zapato a alguien es símbolo de desprecio en el mundo árabe, y ha recordado la guerra de Irak en la que participó el Gobierno español cuando Rato formaba parte, y ha concluido: «Hasta pronto gangster».
"Fins aviat, gàngster. Fora la màfia!" David Fernàndez (CUP-AE) a Rodrigo Rato
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