Venezuela, Irán y el complot de los necios

Si queréis saber quién es la casta, si creéis que no existe, atentos a los líderes de PP, PSOE y Ciudadanos. De pronto, por el hecho de haber trabajado como asesor para un gobierno y cobrar por tu trabajo te convierte en parte de ese gobierno. No sé si el hecho de vender armas a dictaduras, cobrando lógicamente, convierte a los partidos hasta ahora en el poder en miembros de esos gobiernos dictatoriales.

Lamentable y patético el debate entre Albert Rivera y Pablo Iglesias. En un país donde una persona promedio no puede sobrevivir con un trabajo a jornada completa, y es casi imposible conseguir un trabajo a jornada completa, donde las pensiones miserables de nuestros abuelos aún mantienen el orden social pues proporcionan refugio a tantos parados y desahuciados, en un país así al señor Rivera le parece que lo que hay que hacer es ir a abrazar niños a Venezuela. Mucho más cerca tiene a los refugiados sirios, pero a esos no los abraza; a esos no los quiere aquí. Le llega a pedir a Pablo que colabore con ellos para ayudar a Venezuela ya que "tiene mano con Maduro". No sé cómo se puede tener mano con alguien a quien no se conoce. Por cierto, en el colmo ya de la cara dura este "señor" llama populistas a Podemos. Lo de "yo abrazo niños" se ve que no es populista; populismo es reducir la deuda de una ciudad sin afectar a los servicios a sus ciudadanos, como está haciendo Manuela Carmena.

Ciudadanos ya ha dicho que pactarán con quien sea menos con Podemos, al igual que PP y PSOE. La casta acepta compartir su chollo con quien permita que el chollo continúe,  por eso Podemos no va a tener apoyo de ella, ni de la antigua ni de la nueva.
 
Se han puesto de acuerdo para sacar del campo de juego a Podemos, y si alguien cree que ellos mismos piensan tener razón, a continuación una muestra de que les importa un carajo Venezuela y mienten a sabiendas. A continuación una publicación de Pablo Casado ilustrada con una foto del Congo. Por cierto; en este país hace ya mucho que se está cometiendo un genocidio mientras todo el primer mundo mira hacia otro lado con tal de que el coltán siga llegando.