He aquí lo que ocupa la mayor parte de nuestro tiempo, desde luego más que dormir, al menos para los que no tuvimos nunca más que nuestras manos y nuestra mente. Vinimos sin nada y aspiramos a dejar a nuestra reducida prole "algo", para que no las pasen tan putas mayormente. Hoy hay adjudicaciones y eso significa que esta tarde sabré cuantos kilómetros haré cada día (eso si me adjudican, que no está muy claro). La sombra de Yecla se cierne sobre mí; recuerdo que cuando los actos eran presenciales muchas veces la gente aplaudía cuando otro cogía Yecla, pues significaba que ya no la cogerían ellos.
Empieza uno a pensar cuántas revisiones le tendrá que hacer al coche, cuánto será en gasoil, si el pobre no empezará a dar problemas, que ya son casi cuatro años de hacerle largos a la región de Murcia. Un destino lejano es comer fuera en evaluaciones y claustros, coste adicional. Un destino lejano son también más horas de curro real, pues puedes añadirle a la jornada dos horas más cada día; es perder calidad de vida.
Y ahí está el equilibrio entre dinero y calidad de vida. Si tuviera menos que pagar, podría cogerme una parcial cerca y dedicarme a estudiar las opos, pero no es el caso.
Existen millones de canciones para hablar de amores, y muy pocas que hablen de buscarse la vida. No lo entiendo; desde que era una adolescente sólo he tenido tiempo de pensar en esto último.
Hay una buena canción de Revolver sobre esto. Me recuerda cuando trabajaba en turno de tarde-noche, siendo mi hija aún muy pequeña. Aquí la dejo y siguo pendiente de las noticias, hoy es un día de nervios.
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