Vivo bastante cerca de la plaza de toros de Murcia, de hecho es el lugar donde suelo quedar cuando salgo, y me pilla de paso hacia la zona de las tascas. Esta semana pasada he asistido al bochornoso espectáculo de los fachas de toda la vida acudiendo a su "fiesta". De vergüenza es que cuando hay corrida se llena la calle de municipales; dan ganas de acercarse a alguno para decirle que si ha oido hablar del matrato animal, que supuestamente está penado por la ley y que si no deberían hacer algo para impedir un flagrante delito...Pero claro, maltratar animales sólo está prohibido si se hace de forma distinta a como es costumbre en este país anclado en el paleolítico.
Los taurinos llegan vestidos como para una boda, catetos a más no poder. Llevan comida y bebida, todos con sus bolsas y neveras como si fueran a la playa. Están allí comiendo tortilla de patatas y artándose de beber mientras van torturando hasta la muerte a los seis toros, uno detrás del otro. Y llevan a sus hijos con ellos, para que se acostumbre a la sangre y sigan la tradición.
En los alrededores de la puerta, varios puestos con capotes, banderillas y demás juguetes, todo presidido por la bandera española.
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