Soy
María, trabajo en Servicios Sociales Comunitarios de un pequeño y
envejecido pueblo… hoy se me rasgaba el alma al intentar explicarle a un
anciano que la administración no cubre sus necesidades básicas por los
últimos cambios de la ley de dependencia…
Soy Pepe, educador en
un Centro de Acogida de Menores… hoy he tenido que discutir con mi jefa
porque la calidad de la comida que le damos a los chavales ya está
rozando lo vergonzoso con esto de ajustarse el cinturón…
Soy
Ana, trabajo en la Unidad Móvil del Servicio de Teleasistencia… hoy me
he despedido de Dolores, una usuaria con la que hemos trabajado durante
más de 5 años, me ha dado las gracias porque el detector de humos le ha
salvado la vida en dos ocasiones, no se queda sin servicio, lo cubrirá
otra entidad a nivel básico, pero se queda sin detectores y sin unidad
móvil… y con lágrimas en los ojos me ha pedido que alguna vez la visite,
que no me olvide de ella…
Soy
Manuel, auxiliar en una Residencia para mayores… hoy hemos tenido una
reunión en la que la empresa nos ha comunicado que cerrarán este centro
porque “no es viable”, no he podido escuchar sus argumentos pensando en
Fermín, Lola, Angustias, Francisco… ¿qué va a ser de ellos? ¿quién les
va a cuidar ahora?
Soy Alba, educadora en una Guardería
Municipal… hoy “mis niños” me han dado un montón de dibujitos de regalo a
modo de despedida, era nuestro último día juntos. El político que lleva
chófer dice que no hay fondos para mantener esto…
Soy Laura,
auxiliar de Ayuda a Domicilio… hoy hemos tenido que despedir a las cinco
compañeras que teníamos contratadas en la cooperativa que formamos
porque el tijeretazo en las horas de ayuda a domicilio apenas nos
permite mantenernos con un sueldo digno a las pocas que quedamos…
Soy Josefa, psicóloga en un Centro de Drogodependencias… hoy una madre
desesperada me ha abordado a la salida del trabajo, entre sollozos me ha
suplicado que le demos plaza en un centro a su hijo, que lleva meses y
meses esperando, que la vida de Fran se consume y está destrozando a
toda su familia…
Soy Alicia, trabajo en la Agencia de la
Dependencia… hoy, como muchos días atrás desde hace meses, he recibido
una llamada tras otra de compañeras de comunitarios con casos realmente
estremecedores, he escuchado, no puedo hacer otra cosa, siento
impotencia al estar atada de pies y manos mientras los de arriba dejan
que este sistema agonice, como agonizan todos esos dependientes a los
que deberíamos estar atendiendo…
Soy Antonia, trabajaba en un
Centro Comarcal de Atención a la mujer… hoy he ido al entierro de
Isabel, víctima de violencia de género, no me gusta ser mal pensada,
pero quizás si mi centro no se hubiese cerrado hace meses podríamos
haber estado cerca de ella para que no se llegara a esta irrevocable
situación…
Y Javier… y Belén… y Laura… y Paco… y Cristina… y
Yolanda… y David… y Elena… tienen cientos de historias que podrían
contarnos, porque el Sistema de Servicios Sociales está siendo atacado.
Por lo visto la casta parasitaria tiene derecho a vivir, el resto a sobrevivir...y ni a eso.
Soy
María, trabajo en Servicios Sociales Comunitarios de un pequeño y
envejecido pueblo… hoy se me rasgaba el alma al intentar explicarle a un
anciano que la administración no cubre sus necesidades básicas por los
últimos cambios de la ley de dependencia…
Soy Pepe, educador en un Centro de Acogida de Menores… hoy he tenido que discutir con mi jefa porque la calidad de la comida que le damos a los chavales ya está rozando lo vergonzoso con esto de ajustarse el cinturón…
Soy Ana, trabajo en la Unidad Móvil del Servicio de Teleasistencia… hoy me he despedido de Dolores, una usuaria con la que hemos trabajado durante más de 5 años, me ha dado las gracias porque el detector de humos le ha salvado la vida en dos ocasiones, no se queda sin servicio, lo cubrirá otra entidad a nivel básico, pero se queda sin detectores y sin unidad móvil… y con lágrimas en los ojos me ha pedido que alguna vez la visite, que no me olvide de ella…
Soy Manuel, auxiliar en una Residencia para mayores… hoy hemos tenido una reunión en la que la empresa nos ha comunicado que cerrarán este centro porque “no es viable”, no he podido escuchar sus argumentos pensando en Fermín, Lola, Angustias, Francisco… ¿qué va a ser de ellos? ¿quién les va a cuidar ahora?
Soy Alba, educadora en una Guardería Municipal… hoy “mis niños” me han dado un montón de dibujitos de regalo a modo de despedida, era nuestro último día juntos. El político que lleva chófer dice que no hay fondos para mantener esto…
Soy Laura, auxiliar de Ayuda a Domicilio… hoy hemos tenido que despedir a las cinco compañeras que teníamos contratadas en la cooperativa que formamos porque el tijeretazo en las horas de ayuda a domicilio apenas nos permite mantenernos con un sueldo digno a las pocas que quedamos…
Soy Josefa, psicóloga en un Centro de Drogodependencias… hoy una madre desesperada me ha abordado a la salida del trabajo, entre sollozos me ha suplicado que le demos plaza en un centro a su hijo, que lleva meses y meses esperando, que la vida de Fran se consume y está destrozando a toda su familia…
Soy Alicia, trabajo en la Agencia de la Dependencia… hoy, como muchos días atrás desde hace meses, he recibido una llamada tras otra de compañeras de comunitarios con casos realmente estremecedores, he escuchado, no puedo hacer otra cosa, siento impotencia al estar atada de pies y manos mientras los de arriba dejan que este sistema agonice, como agonizan todos esos dependientes a los que deberíamos estar atendiendo…
Soy Antonia, trabajaba en un Centro Comarcal de Atención a la mujer… hoy he ido al entierro de Isabel, víctima de violencia de género, no me gusta ser mal pensada, pero quizás si mi centro no se hubiese cerrado hace meses podríamos haber estado cerca de ella para que no se llegara a esta irrevocable situación…
Y Javier… y Belén… y Laura… y Paco… y Cristina… y Yolanda… y David… y Elena… tienen cientos de historias que podrían contarnos, porque el Sistema de Servicios Sociales está siendo atacado.
Soy Pepe, educador en un Centro de Acogida de Menores… hoy he tenido que discutir con mi jefa porque la calidad de la comida que le damos a los chavales ya está rozando lo vergonzoso con esto de ajustarse el cinturón…
Soy Ana, trabajo en la Unidad Móvil del Servicio de Teleasistencia… hoy me he despedido de Dolores, una usuaria con la que hemos trabajado durante más de 5 años, me ha dado las gracias porque el detector de humos le ha salvado la vida en dos ocasiones, no se queda sin servicio, lo cubrirá otra entidad a nivel básico, pero se queda sin detectores y sin unidad móvil… y con lágrimas en los ojos me ha pedido que alguna vez la visite, que no me olvide de ella…
Soy Manuel, auxiliar en una Residencia para mayores… hoy hemos tenido una reunión en la que la empresa nos ha comunicado que cerrarán este centro porque “no es viable”, no he podido escuchar sus argumentos pensando en Fermín, Lola, Angustias, Francisco… ¿qué va a ser de ellos? ¿quién les va a cuidar ahora?
Soy Alba, educadora en una Guardería Municipal… hoy “mis niños” me han dado un montón de dibujitos de regalo a modo de despedida, era nuestro último día juntos. El político que lleva chófer dice que no hay fondos para mantener esto…
Soy Laura, auxiliar de Ayuda a Domicilio… hoy hemos tenido que despedir a las cinco compañeras que teníamos contratadas en la cooperativa que formamos porque el tijeretazo en las horas de ayuda a domicilio apenas nos permite mantenernos con un sueldo digno a las pocas que quedamos…
Soy Josefa, psicóloga en un Centro de Drogodependencias… hoy una madre desesperada me ha abordado a la salida del trabajo, entre sollozos me ha suplicado que le demos plaza en un centro a su hijo, que lleva meses y meses esperando, que la vida de Fran se consume y está destrozando a toda su familia…
Soy Alicia, trabajo en la Agencia de la Dependencia… hoy, como muchos días atrás desde hace meses, he recibido una llamada tras otra de compañeras de comunitarios con casos realmente estremecedores, he escuchado, no puedo hacer otra cosa, siento impotencia al estar atada de pies y manos mientras los de arriba dejan que este sistema agonice, como agonizan todos esos dependientes a los que deberíamos estar atendiendo…
Soy Antonia, trabajaba en un Centro Comarcal de Atención a la mujer… hoy he ido al entierro de Isabel, víctima de violencia de género, no me gusta ser mal pensada, pero quizás si mi centro no se hubiese cerrado hace meses podríamos haber estado cerca de ella para que no se llegara a esta irrevocable situación…
Y Javier… y Belén… y Laura… y Paco… y Cristina… y Yolanda… y David… y Elena… tienen cientos de historias que podrían contarnos, porque el Sistema de Servicios Sociales está siendo atacado.
Por lo visto la casta parasitaria tiene derecho a vivir, el resto a sobrevivir...y ni a eso.
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