Con dignidad. Lo principal es recibir
con dignidad los tiempos que sean,
cuando la época se estanque
o se enturbie hasta el fondo.
Con dignidad, lo principal, con dignidad
para que los distribuidores de dádivas
no te conduzcan hasta el establo
y no te atasquen con heno la boca.
El miedo de los tiempos es la caída.
No malgastes tu alma en cobardía,
sino prepárate para la pérdida
de todo lo que te espanta perder.
Si ya todo está hecho trizas
hasta un extremo imposible de prever
recuérdate a ti mismo esta pequeñez:
“También esto hay que sufrir”.
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