Los manifestantes, convocados por el Partido Animalista, han exigido la abolición de esta fiesta en la que cientos de jinetes dan muerte al animal
Momento del acto organizado por el Patido Animalista Contra el Maltrato Animal (PACMA), en protesta por la celebración del Toro de la Vega, bajo el lema "Rompe una lanza". EFE/Inés Morencia
Unas 500 personas de toda España han viajado en diez
autobuses contratados por el Partido Animalista (Pacma) para
manifestarse hoy en Tordesillas y posteriormente frente a la Delegación
Territorial de la Junta en Valladolid para exigir el fin de la fiesta del Toro de la Vega.
La portavoz del grupo, Silvia Barquero, ha explicado que los
manifestantes han venido desde Madrid, Barcelona, Bilbao, Alicante,
Valencia, Pamplona y Zaragoza para "romper una lanza" en favor de los
animales.
Barquero, que ha explicado que Pacma también cuenta con el apoyo de organizaciones internacionales, ha indicado que su objetivo es acabar "legalmente" con este evento, ya que el artículo 19 del reglamento taurino contempla que está prohibido herir y pinchar a animales que forman parte de un encierro. Además, la portavoz ha destacado que "es una pena" que los políticos no escuchen a la sociedad y continúen en su empeño de mantener esta tradición.
Barquero ha afirmado que además Pacma interpondrá una denuncia al delegado territorial de Valladolid, Pablo Trillo-Figueroa, por un posible delito de prevaricación por vía penal por volver a permitir que se celebre esta fiesta después de que se haya admitido a trámite un contencioso administrativo interpuesto el pasado año.
El Toro de la Vega, torneo declarado de Interés Turístico Regional desde 1980, se celebrará el próximo martes, 11 de septiembre, en la localidad vallisoletana de Tordesillas en la que, un año más, se darán cita cientos de jinetes para dar muerte, en esta ocasión, a Volante, un toro de la ganadería de El Ventorillo de 622 kilos.
Este torneo se celebra desde hace siglos y es considerado como uno de los rituales taurinos más antiguos y únicos de España. En concreto, la primera referencia escrita a los festejos taurinos en la Vega aparece hacia el año 1534 en el libro de la Cofradía del Santísimo Sacramento de Santiago Apóstol de Tordesillas.
En Público.es.
Recordar que la ablación del clítoris a las niñas en África es uno de los rituales más antiguos, y desde luego a nadie se le ocurre defenderlo por esa razón. La costumbre no es razón para justificar el sadismo y la barbarie.
Barquero, que ha explicado que Pacma también cuenta con el apoyo de organizaciones internacionales, ha indicado que su objetivo es acabar "legalmente" con este evento, ya que el artículo 19 del reglamento taurino contempla que está prohibido herir y pinchar a animales que forman parte de un encierro. Además, la portavoz ha destacado que "es una pena" que los políticos no escuchen a la sociedad y continúen en su empeño de mantener esta tradición.
Barquero ha afirmado que además Pacma interpondrá una denuncia al delegado territorial de Valladolid, Pablo Trillo-Figueroa, por un posible delito de prevaricación por vía penal por volver a permitir que se celebre esta fiesta después de que se haya admitido a trámite un contencioso administrativo interpuesto el pasado año.
El Toro de la Vega, torneo declarado de Interés Turístico Regional desde 1980, se celebrará el próximo martes, 11 de septiembre, en la localidad vallisoletana de Tordesillas en la que, un año más, se darán cita cientos de jinetes para dar muerte, en esta ocasión, a Volante, un toro de la ganadería de El Ventorillo de 622 kilos.
Este torneo se celebra desde hace siglos y es considerado como uno de los rituales taurinos más antiguos y únicos de España. En concreto, la primera referencia escrita a los festejos taurinos en la Vega aparece hacia el año 1534 en el libro de la Cofradía del Santísimo Sacramento de Santiago Apóstol de Tordesillas.
Recordar que la ablación del clítoris a las niñas en África es uno de los rituales más antiguos, y desde luego a nadie se le ocurre defenderlo por esa razón. La costumbre no es razón para justificar el sadismo y la barbarie.
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