POR QUÉ NO DEBES VISITAR DELFINARIOS NI PARQUES ACUÁTICOS
El 53% de los delfines que sobreviven a la captura morirán dentro de
los primeros tres meses, sólo para satisfacer nuestra curiosidad.
Los delfines sufren terriblemente en cautiverio. Forzados a realizar
espectáculos circenses al son de la música, padecen estrés, ansiedad y,
en no pocas ocasiones, depresiones, llegando, incluso, a suicidarse.
Jacques Cousteau narró que al día siguiente de capturar delfines para
su acuario encontró a uno muerto. Había estrellado su cabeza contra las
paredes del estanque hasta su muerte.
El método más usado para entrenarlos es privarlos de su alimento.
Otra técnica de entrenamiento es aislarlos, cuando en libertad viven en manadas de hasta cien animales.
Sufren de quemaduras en piel y ojos por el cloro que se utiliza para
mantener el agua de sus estanques clara. Muchos incluso quedan ciegos.
En libertad, nadan de 95 a 160 km diarios y pueden hacerlo hasta 45
km/hora, los delfines, y a 56 km/hora en el caso de las orcas.
En
los tanques de cemento, sólo pueden nadar en pequeños círculos y es
habitual que caigan en depresión, por lo que a veces les suministran
tranquilizantes.
En la naturaleza los delfines mulares pueden vivir hasta 50 años y las orcas entre 70 y 90 .
En cautividad muchos mueren a muy temprana edad y la esperanza de vida
de los que sobreviven puede reducirse a más de la mitad. Los delfines
rara vez viven más de 20 años. Y las orcas raramente llegan a la mediana
edad.
En libertad cooperan entre sí para pescar, lo que les mantiene ocupados, y comparten su comida.
En los delfinarios sólo comen pez muerto y necesitan suplementos de vitaminas por la dieta pobre en nutrientes.
En la naturaleza se ayudan entre sí.
En cautividad pueden acosarse entre ellos hasta la muerte. Las hembras
preñadas pueden abortar debido a este estrés. A los machos les suelen
suministrar hormonas para reducir la agresividad.
En el océano
reconocen su entorno y se comunican por un sónar natural. Algunas
especies incluso disponen de dialectos vocales únicos para cada grupo.
En las piscinas vacías no usan su ecolocación porque no hay nada nuevo
que descubrir y porque en algunos tanques las ondas sonoras rebotan en
las paredes de cemento y les estresa. A menudo su entorno es tan ruidoso
(por las bombas de circulación y otros ruidos) que afecta sus umbrales
de percepción auditiva.
ESPAÑA ES EL PAÍS DE LA UE CON MÁS DELFINES EN CAUTIVERIO.
Sosdelfines (www.sosdelfines.org)
ha analizado todos los espectáculos de delfines que se llevan a cabo en
el Estado para evaluar sus contenidos educativos. De media, los
espectáculos solo destinan 1 minuto y medio a ofrecer información que
pueda considerarse educativa, siendo los espectáculos con menos
contenido educativo los del Oceanográfic de Valencia y Aqualand en
Tenerife, que destinaron ambos 6 segundos.
Ninguno de los
espectáculos mencionó información básica sobre cómo los delfines viven
en grupos, cómo se alimentan o cómo dan a luz a sus crías.
La solución está en ti: NO fomentes ni acudas a este tipo de espectáculos.
VivaLeBio
La verdad que nunca había pensado en esto, pero igual que en los circos hay que recordar que los animales no son payasos.
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