Ya me sobrepasan las imágenes y vídeos que me llegan a través de mis amigos del face. Ya lo último ha sido una grabación de móvil en la que se veía lo siguiente: una niña golpeaba con un palo a un niño poco mayor que ella animada por sus padres, que le pegaban también al crío. Se explicaba que el chaval era palestino y la familia monster eran israelíes. Me supera, me supera todo lo que veo porque me parece estar viviendo en tiempo real el holocausto fascista que afortunadamente nací muy tarde para conocer mientras ocurría.
Durante mucho tiempo me he negado a compartir las imágenes de niños muertos o vivos pero destrozados que vienen sin parar de Gaza, porque soy incapaz de verlas yo misma. Quiero hacer una reflexión sobre esto, tal vez más por desahogarme yo misma que por convencer a nadie.
A lo largo de la historia de la humanidad cada surgir de una civilización y cada expansión de un imperio se ha hecho a costa de los antiguos pobladores del territorio, sin piedad unos pueblos han usurpado su espacio a otros. Esto lleva ocurriendo desde que el hombre es hombre. Esos territorios que Israel pretende no son suyos, la tierra no es de nadie. Nos hablan de orden mundial, de que ahora se respetan los países soberanos, de guerras legales e ilegales (que cosa más absurda), Se maquilla la barbarie, se oculta la verdad y se miente descaradamente, porque el mundo no es más que el tablero de ajedrez de unos cuantos para los que el 99.9% de la población restante sólo somos ganado.
Se expulsa a los pueblo indígenas de sus hogares, cuando teóricamente ahora son ciudadanos de su país y debieran ser protegidos por la policía y el ejército que los masacra. Se eliminan como si fueran una plaga los ciudadanos pobres para que quede más bonito un mundial de fútbol, echándolos de sus casas con la mayor violencia. Se invaden países porque se codicia su petróleo, o se mantienen en guerra permanente por sus minerales. Se explota el hambre para obligar a la gente a trabajar en condiciones infrahumanas, sin salubridad, avocados a muertes prematuras...
Que nadie diga que en Palestina hay un conflicto por religión ni otras sandeces; Israel desea esos territorios, y si para conseguirlos y disfrutarlos tranquilamente ha de exterminar seres humanos como ratas lo harán. Me indigna que Obama (Premio Nobel de la Paz, es menester echarle huevos a la vida) diga que Israel tiene derecho a defenderse, cuando se trata de una clarísima limpieza étnica. Una diputada israelí llegó a decir que hay que matar a las madres palestinas porque paren serpientes; se sientan a ver los bombardeos como quien mira como desbrozan sus campos, esperando para sembrar.
Olvidamos la historia y la repetimos, miramos a otro lado como hicieron toda Europa y USA mientras los nazis alemanes asesinaban a seis millones de judíos. ¿Para qué sirve la ONU?
Hay que hacer limpieza, sí, pero de esa élite mundial que maneja gobiernos y pisotea seres humanos.
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