Los defensores de los festejos taurinos suelen decir cosas del estilo de "hombres que se enfrentan a la muerte" o "es un uno contra uno". Si así está la cosa debería ser que ganase el mejor, así que no esperarán que nos compadezcamos si resultan heridos o muertos, teniendo en cuenta que la otra parte, el toro, va con seguridad al martirio y en un 99,99 % de los casos a la muerte después.
Este año sin duda debieran haber indultado a Olivito, ya que hizo diana hasta ocho veces mientras le conducían a su tortura, y ha conseguido cornear a tres de los que querían enfrentarse a la muerte, dándoles así esa satisfacción. Olivito ha vendido cara su vida.
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