"Me importa una mierda lo
que piense el mundo. Yo nací puta, yo nací pintora, yo nací jodida. Pero
fui feliz en mi camino. Tu no entiendes lo que soy. Yo soy amor, soy
placer, soy esencia, soy una idiota, soy una alcohólica, soy tenaz. Yo
soy, simplemente soy… Eres una mierda.”
Frida Kahlo
Frida Kahlo
Hace poco hablaba con una conocida de hace tiempo, de las hombres. Ignoro cual a sido su experiencia con ellos, por sus palabras deduje que poca, y me llamó la atención el roll de "mujer" encasillada en el cual vive ella, igual que muchas.
Nos quejamos de que para muchos hombres una mujer no es una persona tal y como ellos se sienten a sí mismos personas, pero es que al revés también pasa. Muchas y muchos van buscando por el mundo algo que está claro que no es un o una compañer@ de vida. Van buscando "algo" que cumpla unas condiciones, condiciones estúpidas que no les van a hacer felices.
Para mí lo más importante es que yo quiera a la otra persona, que anhele su presencia y desee su contacto; si no es así todo lo demás sobra. Si tengo eso, y entre los dos hay cariño, respeto y deseo, ya es todo cuando necesito y quiero. No me importa el dinero, no deseo que me de nada, con que sea un currante que se cubra sus gastos ya es para mí persona válida. No necesito que sea un tio bueno para que las otras me envidien; necesito sólo sentirme en casa si me abraza. No me importa su pasado, sino el presente conmigo; ni el futuro, porque no es posible saber siquiera qué pasará mañana. La vida se vive cada día, no es una meta sino un camino.
Cuando hablo con gente que no es capaz de ver personas más allá del roll de hombre o mujer, me dan pena, porque nunca sabrán lo que es tener de verdad conexión con quien aman, y porque siempre miran al horizonte y no disfrutan del camino. Pienso que tal vez por pensar como pienso he sido feliz a pesar de que nunca tuve las cosas fáciles, y aunque a veces he estado mal, sobre todo este último invierno que fue para mi tan oscuro, las ganas de vivir y la ilusión siempre vuelven y no caigo en la rutina y la apatía.
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