31 may 2014

Un pensamiento para hoy

No quiero perder la costumbre de mezclar en mi blog política, música y poesía (rime o no). Aquí dejo un poco de poesía.

"No existe el adiós mientras existe el nos queremos, ni puede existir rendición mientras exista el te quiero. No saldrás de escena con un portazo, ni habrá ultima conversación ni ultimo beso; te irás despacio, tu imagen se desvanecerá en mi recuerdo y a su través veré otra vez el mundo que se ocultó tras ella, ese mundo que no pude ver porque lo llenabas todo.

Quedarás en un rincón del recuerdo y dejarás de ser presente. Algún día me daré cuenta de que hace mucho que no acudes a mis pensamientos, y no sentiré pena ni nostalgia; ya no existirá el sentir, sólo serás cosas que pasaron, ya sin color, sin detalles, sin alegría ni sufrimiento.

No existe el adiós, solo el viento que se lleva las cenizas sin que apenas lo notemos. Lo hace todo pequeño, se extiende implacable como un desierto imposible de cruzar. Ya no recordaré los abrazos al despertar, ni tu sonrisa sincera cuando aún había un nos queremos, no recordaré como volamos juntos cuando aún el cielo parecía infinito. Los días perezosos de invierno, el roce de tu cuerpo mezclado con las olas, el silencio entre dos que no necesitan decir nada, las caricias, los sueños... Cambiaran en mi mente y dejarán de significar nada, sólo serán recuerdos."

Creo que la gente se queja de puro vicio, porque si al menos has tenido a quien querías el tiempo suficiente para pasar inviernos, bañarte en el mar, tener una vida con él, debes considerarte afortunada y guardar con cariño ese recuerdo. Peor es querer y no haber tenido todo eso, entonces siempre te quedarás con la duda de saber cómo hubiera sido. Es curioso, pero hay mil cosas escritas sobre amores que no llegaron a ser o ya acabados, parece que la gente cuando escribe necesita del dolor para inspirarse, sin embargo para cuando uno está feliz apenas hay nada... Bueno sí, muchas canciones de Sínkope.

Con lo que sí estoy de acuerdo es que igual que te enamoras sin darte cuenta, olvidas sin darte cuenta, sobre todo si tienes cierto que ya te han olvidado.

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