Datos sobre la operación Saga:
A la vista de los datos aportados por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y de los interrogatorios, el magistrado cree que los directivos de la SGAE Eduardo Bautista (presidente), Ricardo Azcoaga (director económico) y Enrique Loras (director general), así como dos de los detenidos vinculados a la empresa Microgénesis —Celedonio Martín y Elena Vázquez— podrían haber cometido los delitos de apropiación indebida y administración fraudulenta. Al presidente de la SGAE le imputa también un delito societario y a Vázquez, máxima accionista de Microgénesis y esposa de Rafael Ramos, también detenido, otro de alzamiento de bienes. Las penas podrían sumar entre 10 y 14 años de prisión.
El juez Ruz considera que todos ellos podrían haber cometido un delito continuado de apropiación indebida «de especial gravedad atendido el valor de la defraudación» —aunque no especifica la cuantía— y penado con hasta seis años de cárcel, así como un delito de administración fraudulenta que se castiga con hasta cuatro años de prisión. Bautista podría ser responsable, además, de un delito societario, penado con hasta 12 meses multa y consistente en la «negativa o impedimento a socios del ejercicio de los derechos de información y participación». A Vázquez el juez le atribuye también el delito de alzamiento de bienes-insolvencia punible, castigado con hasta cuatro años de prisión.
Nada más conocerse la puesta en libertad de sus directivos, la SGAE emitió un comunicado en el que señala que «en el caso de que se demuestre que la entidad ha sufrido algún perjuicio por parte de los proveedores contratados por el área de informática, adoptará las medidas legales oportunas y reclamará daños y perjuicios de aquellos». Los autores y editores expresan su solidaridad con las familias del presidente y de los directores que «han sido puestos en libertad sin ningún tipo de medidas preventivas, ni fianza», dicen. El comunicado obvia las obligaciones que les impone el juez —prohibición de salir de España, retirada de pasaporte y localización de domicilio y teléfono—.
Esta gente cobra (legalmente, hayque joderse) veinte veces por lo mismo si es necesario. Les cobra a las emisoras por emitir, a todo el mundo por recibir (incluido en el precio de los receptores) y a los negocios doble; incluido en el precio de los receptores y mediante cuota mensual. Si tú tienes un bar, te cobran por tele, radio y por equipo de música. Ya hubo un propietario de pub que les ganó un juicio, porque la música que él ponía era antigua y de autores que no iban a cobrar de la SGAE... Me pregunto que parte del canon digital le llegara, por ejemplo, a LPR; lo cierto es que yo y todos pagamos por escucharlos.
Telecinco emite una película, paga por hacerlo, y sufraga los gastos con anuncios para aburrirse; si se está viendo en un bar, hemos pagado en la tele, y con la cuota ¿No pagó ya telecinco por emitir la película? ¿Cuantas veces se puede pagar por lo mismo?
Cuando salen los defensores de la SGAE me quedo muerta, ejemplo: Ramoncín. ¿Escucha alguien a este tio? ¿Cuánto hace que no saca un disco? ¿Cómo se mide el dinero que debe recibir cada autor? El figura este se iba a morir de hambre.
Quieren trabajar una vez y vivir para los restos. Es como si yo explico la fotosíntesis y me grabo en video, a partir de ahí que lo vayan viendo los alumnos por Internet, pero yo sigo cobrando la hora. Quieren cantar una vez y ya hay para 5 años; vayan contratando bolos, sangüijuelas. Un grupo debe vivir de actuar, lo de los CD es secundario; tal vez si no hubiesen sido siempre tan caros no se habrían montado tantas mafias para falsificarlos. Viven de la publicidad, de la difusión; si una canción no suena mil veces la gente no la conoce ni le gusta. La publicidad les permite vender, pero quieren cobrarla. Cada vez que veo un contenido bloqueado en España por la discográfica, me digo que si no les interesa que les escuche debo hacerles ese favor, y esa música no vuelvo a escucharla.
Bueno, y ya la reostia fue una obra de teatro de escolares, donde pretendieron cobrarles por usar un texto de Lorca, y creo que finalmente les cobraron, o que se llevan una parte de la recaudación incluso en los conciertos benéficos...
Debo recordar que el gobierno de este país ha apoyado siempre a la SGAE, prueba es la ley Sinde.