7 jun 2014

Herir gratuitamente

De todas las cosas que hace el ser humano esta es la que menos entiendo. Cuando se comete un crimen, en lo primero que piensan para encontrar al culpable es quíen tenia un motivo, quíen ganaba algo con esa muerte. Muchas veces en un juicio cuesta demostrar una culpabilidad porque simplemente no había más móvil que el placer que daba al asesino el sufrimiento y muerte de la víctima.
Hay a quien le resulta satisfactorio el sufrimiento de los demás. Niños que acosan a otros hasta llevarles al suicidio, gente que maltrata animales hasta destrozarlos... Y quien se divierte viéndolo, por eso existen las corridas de toros, las peleas de perros, de gallos... los combates de boxeo. A mi todo eso me causa dolor, no puedo soportarlo. Tal vez sea un poco Asperger, tal vez me cueste detectar segundas intenciones y dobles sentidos, pero mi empatia con el padecimiento ajeno es grande. Por eso cuando alguien daña a otro no puedo menos que buscar el motivo, y si no hay motivo aunque mi mente sabe que fue intencionado en el fondo siento que tuvo que ser sin querer. Comprendo las peleas, me crié en un barrio, no comprendo los ataques sin motivo.
No me importa que haga nadie con su cuerpo y su vida, respeto todas las formas de vivir, no tengo prejuicios sobre el sexo ni la forma de vestir ni tantas y tantas cosas que sirven a otros para poner etiquetas. Lo único que me importa de quien hay a mi alrededor es que sean buenas personas, es que su mirada sea limpia y sus palabras sinceras. Me suelo equivocar poco al escoger a mis amigos, no tengo muchos pero a los que tengo los quiero, llegan y se quedan y a partir de ahí son un trozo de mi vida ya estén cerca o lejos, y si me necesitan siempre estoy dentro de lo poco que yo pueda hacer.
Pero lo cierto es que hay que andar por la vida pisando con cuidado, porque la gente es muy falsa y muchas veces para mentir y hacer daño ni siquiera necesitan un motivo, y muchas veces el ser buena persona e ir de frente, el poder decir lo que ves es lo que hay, es una desventaja que pone tu cabeza en el suelo para que te la pisen. 
Yo no he llegado a perder nunca la fe en la humanidad como tal, pero si he llegado a dejar de otorgar el beneficio de la duda. Nadie para mí es legal hasta que se demuestre lo contrario, y si alguna vez olvidé eso siempre alguien llega para recordármelo.


2 comentarios:

  1. Pareciera que lo hubiera escrito yo. Estoy completamente de acuerdo contigo.

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  2. Gracias BLS por visitarme. Pienso muchas veces que nadie entenderá lo que escribo porque puede que sólo tenga sentido en un contexto que no explico, me alegro de que esta vez lo haya conseguido, un saludo.

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