Los resultados de las elecciones europeas han demostrado que el voto útil es una gran mentira, que la única manera de que no gane el PSOE no es votarle al PP y a la inversa. La gente se está dando cuenta de que los dos partidos mayoritarios no son más que portada y contraportada de un mismo libro, y el texto lo escriben los grandes poderes económicos, estamos en manos de los bancos, las eléctricas y demás macroempresas que los tienen a todos bien comprados.
Se puede llevar al poder a una fuerza política que no deba nada a nadie, que no necesite que le financien la campaña porque los que creemos en un auténtico país libre, en una República limpia de corrupción, ya nos encargamos de difundir el mensaje.
Podemos, entre todos, decidiendo democráticamente lo que queremos. Hace pocos días le preguntaron a Pablo Iglesias sobre las pretensiones independentistas de catalanes y vascos, y por primera vez escuché una respuesta que me pareció razonable; si quieren separarse de nosotros, quién es él para impedírselo, pero si le piden su opinión personal él preferiría que se quedasen para trabajar todos juntos.
Yo quiero una república laica, donde la Iglesia Católica (ni ninguna otra) no influya en la vida de nadie más que sus propios fieles que lo eligen voluntariamente. Quiero condiciones laborales justas, que no me digan que negocie yo sola con una empresa que va a terminar rápido la negociación diciendo "Esto es lo que hay, y si no te gusta hay mil currículum de gente desesperada que quiere el puesto y hasta trabajarán más horas por menos".
Quiero que pague más impuestos aquel que más tiene, no este sistema en que tienes que pagar tus impuestos a plazos porque no llegas a fin de mes y te sale a pagar, y mucho además. Quiero un sistema real de separación de poderes, en que el poder judicial no tenga relación alguna con los que gobiernan, y si hay que elegir por votación a los jueces del tribunal supremo y constitucional que se haga, pero entre los propios magistrados que han conseguido su plaza en durisima oposición y concurso de méritos. Quiero un ejército cuyo mando superior no sea un Rey que consiguió el puesto porque un espermatozoide fue más rápido que los demás.
Yo no estoy de acuerdo con ser sierva de nadie, ni que nadie sea ante la ley más que yo.
Se ve que no soy la única, porque Podemos ya sería la tercera fuerza política si hubiera elecciones, según un reciente sondeo. Añado la imagen.
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